|
Fabrica de Guitarras Tizona
Press en cualquiera foto para una imagen mas grande
It was located in Esperanza St. between Mapocho and Andes St. in Santiago of Chile. It was owned by Don Leonardo Rodriguez Dumont. It was the biggest guitar factory in Chile during the 1960s and 1970s. I worked here six long years and I have very fond memories about my time here.
Su historia
Mi barrio fue visitado en ocasiones separadas por Salvador Allende y Jorge Alessandri. Ni más ni menos que por dos presidentes de Chile. Estos ‘ex’ estuvieron para una manifestación política exactamente dentro del local del sindicato de panadero conocido en el barrio como “el salón de panadero” y ubicado en Esperanza entre la calle Mapocho y Andes. Me recuerdo de este “salón” de panadero con mucha alegría y afección porque no es común cuando se es niño estar sentadito con pantalón corto y las patas colgando tan cerquita a dos Presidentes de Chile: uno de izquierda y otro de derecha. Alessandri y Allende fueron figuras muy importantes del siglo veinte en la política chilena. Este salón cerró mas o menos al cierre de los años sesenta y fue quizás, arrendando o comprado por Don Leonardo Rodriguez Dumont con el propósito de instalar allí su fabrica de guitarras Tizona que construía, a modo artesanal y con el artesano Patricio Valenzuela, en un cuartito muy pequeño en un cité de calle Esperanza al llegar a Mapocho. Entré a trabajar con mucho entusiasmo a Tizona cuando alguien del barrio me invitó, con el chuzo y la pala, a pavimentar el suelo del llamado salón. La fábrica necesitaba tener piso sólido y plano para sus maquinas. Cuando el trabajo con el chuzo y la pala fue terminado y los callos de mis manos desaparecieron me fui hablar con Valenzuela, el jefe de Tizona, para ver si podía quedarme aquí a trabajar. Si! fue la agradable respuesta. Así fue que conseguí trabajo en Tizona. La fábrica en poco tiempo se convertiría en la más grande y famosa de Chile. Los habitantes de la cárcel de Santiago (La peni para nosotros) eran hasta ese momento, uno de tantos conocidos constructores de guitarras.
A Studio guitar c1973
Fue en Tizona donde trabaje desde 1967 al 1973, donde aprendi a tocar la guitarra. En este periodo tuvo lugar el desarrollo mas importante de la guitarra desde el punto de vista cualitativo y cuantitatvo. ( desde Agosto hasta las navidades haciamos entre 40 a 50 guitarras diarias. Perodo muy importante en la historia de Chile. Allende llega al poder y con el un periodo cultral muy importante onde la gutarra encuentra su verdadero centro con la situacion politica, la musica de la Nueva ola, Nuevo Folclore.
Abajo: Mi libreta de obrero que muestra mis contribuciones para mi pension.
Cuando empecé se llevaban construidas poco menos de 200 guitarras cuando me retiré seis años después en 1973, se llevaban construidas en este establecimiento miles y miles de guitarras. Este dato lo se porque era yo, quien le ponía los numeritos en esa parte del diapasón que desemboca en la boca de la guitarra. Además estos numeritos y otras indicaciones de tipo técnico las anotaba yo en un cuaderno. En sus comienzos, en su nuevo local, la guitarra Tizona aun se construía a modo artesanal y trabajaban allí unas diez personas. Con el paso del tiempo las guitarras fueron adquiriendo fama y con este aliciente, más gente fue llegando a trabajar y se fueron desarrollando nuevas técnicas de producción. El paso cualitativo y cuantitativo sucedió con la llegada a Tizona del gran maestro Peñailillo quien trabajaba aquí en las tardes y como “part time”. El maestro Peñailillo era un mecánico civil de la aviación y más de una vez me invitó a salir en un avión. Uno de esos para ver si los arreglos que él había hecho habían quedado bien. Este excelente e inteligente compañero de calida sonrisa y bueno para el futbol era un poco chico y gordote de físico y tenía la cabeza pelada en el centro y con muchos y largos richulines en sus costados. Peñailillo, inventó intricadas pero eficientes máquinas que nos hizo subir la producción en forma exagerada ya que de repente éramos capaces de construir cuarenta guitarras diarias y desde agosto hasta la navidad, estábamos capacitados para construir entre cincuenta y sesenta guitarras diarias. Yo me demoraba dos horas en ponerle las cuerdas a cuarenta guitarras. De mi sección las guitarras salían lista para la venta. Es verdad que el trabajo se alivió con la introducción de nuevas maquinas en nuestra fábrica, sin embargo, también es verdad que teníamos que sacarnos la cresta trabajando desde las 9 de la mañana hasta la medianoche cada día. En esta época todos hacíamos un montón de sobretiempo y como no había tiempo ni para hacer la pipi ni ir a casa a comer, Don Leonardo empleaba una cocinera para que nos preparara de comer en las noches.
Tipical Tizona Level and series number
Tizona was a real cultural institution in Chile as many people could afford to buy one of these guitars. They were decent guitars, nothing fancy in terms of the woods or the materials used to make them. In their simplicity they were, however, made with love and technique and by a group of dedicated artisans among them Carlos Lopez Menares a friend of mine, who had now become one of the most famous Luthier in Chile. (2018)
Había dos fechas claves para indicar el por qué había que elevar la producción: El dieciocho de Septiembre fiesta nacional de Chile y las navidades. No hay nada más hermoso que regalar con afecto una guitarra. Había, sin embargo, una motivación adicional muy importante: Los vientos políticos de la época tiraban a la izquierda y cuando la Unidad Popular llegaba al poder en 1970 a nosotros, los trabajadores, se nos pedía a diario que en Chile había que elevar la producción. Y si había que hacerlo ¿Por qué no tendríamos que hacer lo mismo en nuestra fábrica? Después de todo muchos éramos Allendistas. Siempre pienso en el lugar histórico que tiene esta fábrica de mi barrio en la vida musical nacional de Chile. ¿Cuántos miles de chilenos aprendieron a tocar la guitarra con una Tizona?, ¿Cuántos guitarristas profesionales hicieron sus primeros pasos con esta humilde pero afinada guitarra? La guitarra eléctrica del “flaco” de Los Perlas, fue construida en Tizona. ¿Cuántas de estas guitarras salieron al exilio con sus dueños? Yo salí con una hermosa guitarra hecha especialmente para mí por el Guatón Bastidas a pedido de Don Leonardo quien me la regaló cuando me fui de la fábrica en busca de nuevos horizontes. Bastidas muy bueno pa’l chuleteo, era un excelente artesano y un excelente amigo. Siempre nos invitaba a su casa para comer, al compás de mis guitarreos, algún exquisito asado bajo un lindísimos parrón. Don Leonardo Rodríguez Dumont y Patricio Valenzuela, nuestro jefe, eran dos personas excelentes desde el punto de vista humano y profesional. Los trabajadores de Tizona podíamos, si teníamos la capacidad, construir y para nuestras casas, pequeños muebles generalmente mesas, sillas y repisas. Don Leonardo Rodríguez Dumont era un empresario único. A pesar que teníamos, como corresponde, nuestras vacaciones pagadas, Don Leonardo hacia todos los arreglos posibles para que cada año, y cada uno de nosotros, pudiéramos ir con nuestras familias un par de semanas a la playa: Durante el año los trabajadores construíamos casitas de madera desarmables para ser instaladas en la playa de Maitencillo. Tizona compraba todo tipo de alimentos que incluían animales vivos como gallinas, cerdos y conejos. Las verduras, el pan, los huevos y las frutas se compraban diariamente. No solamente esto pero Don Leonardo pagaba a una señora, con dos lindas hijas que la acompañaban a la playa, para que fuera nuestra cocinera. Las casitas desarmables se transportaban en un camión pagado por Tizona desde Santiago hasta Maitencillo. La pasábamos muy bien. Tizona auspiciaba programas de Radio como Chaparrón con Juanito la Rivera.
Mis compañeros me empujaban para que me presentase en radio con mis canciones. Así lo hice más de una vez. Y más de alguna vez una auditora feliz me escribió para decirme que mis canciones le habían gustado. Tizona ganó premios en Perú y recuerdo que el gran cantante español Raphael apareció un día por Chile y a modo de promoción, Don Leonardo le regalaría una guitarra Tizona. Ese día del regalo tenía yo una tremenda fiesta fuera de Santiago y me la perdí porque tuve que quedarme a trabajar, echando pericos contra todos, de sobretiempo en la guitarra que sería regalada al cantante. Sin embargo, Pato Valenzuela, fue un día muy comprensivo conmigo porque cuando le pedí permiso por algunas horas para ir a mi casa, en la calle San Pablo, para ver desde allí el auto que trasportaba muy lentamente a Don Salvador Allende y Fidel Castro, no tuvo ningún problema para aceptar mi pedido. De no haber sido así creo que habría ahí mismo terminado mi relación de trabajo con Tizona. Arredondooooooooooo, teléfonoooooooooo! me gritaba siempre, y a todo chancho, el chico Espínola cuando alguien me llamaba para una cita con el destino. El jorobado chico era evangélico, el que afinaba las guitarras y el que me dio las primeras lecciones de guitarra. José Lazo, El viejo Edmundo, El viejo Poblete, El chico Espínola, Carlitos Duran, Carlitos ñaja ñaja, Manuel Ojeda (el presa ‘e ponche), el huaso Casas, Chorito Esteban (de origen
Tipica paleta Tizona
c. 1970- Here we are, the Tizona
workers
with the great Chilean boxer Geoffrey Stevens.
mapuche) el Queirolo, El Fredy, Ramoncito el pirquinero nortino, y tantos otros son algunos de los compañeros que recuerdo. De todos estos compañeros me quedaron entrañables y profundos recuerdos por la exquisita calidad humana y gran sentido de compañerismo. El viejo Poblete de excelente humor chileno, me enseño esa bonita canción: Me pediste un beso y te lo dí Me pediste amor y te lo dí Pero matrimonio no te puedo dar, Oh! naná, Oh! nanáaaaaaaaa Oh! naná, matrimonio no te puedo dar Porque no me gusta trabajar Oh! naná, Oh! nanáaaaaa Mi época en Tizona coincide con mis felices años juveniles, mis deseos de aprender a tocar la guitarra, mis frugales y primerizas incursiones en el amor y en lo político y social con las grandes esperanzas y desesperanzas de nosotros los obreros durante la época de Allende. Mucho de que lo pasaba con Chile se podía apreciar en nuestro barrio y al interior de la fábrica: Para comenzar entre los trabajadores estaban los pro y contra de Allende. Muchos no cachaban mucho lo que estaba pasando y entre estos yo. Esto duró hasta que el viejo Edmundo, un excelente compañero socialista y también con mucho humor chileno, entre conversaciones de trabajo me fue dando algunas lecciones políticas. Edmundo me indicaba que leer y como leer. Mi compañero José Lazo, un formidable compañero de sección, tenía una buena educación y también me ayudaba a entender algo. Y mientras nos enterábamos con mucha alegría que algunos de los uruguayos caídos en un avión en los Andes habían sido encontrados vivos dos meses y medio después, también nos poníamos al corriente que algunos compañeros de trabajo misteriosamente les habían ofrecido pasajes gratis para ir a Miami so pena de dar al generoso o la generosa los cuantiosos dólares recibidos por ellos en algún banco chileno para viajar a Estados Unidos. La idea de los momios era dejar seco de dólares al estado chileno. La maquinas o los repuestos de las maquinas no se compraban en el extranjero con los frágiles escudos.
El viejo Edmundo, muy estimado en nuestra fábrica, había traído un método bastante ingenioso para que todos pudiéramos hacer ahorros. En este método de estrechas economías entrábamos todos aquellos que él estimaba conveniente porque con “el viejo”, un hombre de bigote, simpático, bien parecido de unos 50 años, bueno pa’ la talla, leer y el futbol, había que tomar un compromiso serio que tenia que ver con dineros de todos. Al inicio del año, si éramos 25 “los afortunados invitados”, los 25 nos reuníamos a su alrededor para establecer primeramente cuanto dinero, en este caso escudos, estábamos dispuestos a ahorrar semanalmente. Una vez establecida la suma, nuestros ojos se fijaban en una pequeña caja de cartón con 25 números adentro y que el viejo Edmundo sostenía firmemente en sus manos. Nos invitaba, con su sonrisa de pícaro, a hacer un sorteo muy importante: Cada número dentro de la caja representaba una semana. Así tenemos que si uno sacaba de la caja el número 3, claramente en tres semanas mas uno recibiría el dinero de las otras 24 personas. En tiempo de alta inflación, como la había en tiempos de la UP y como la había habido en tiempos de otros gobiernos de derecha, no era para nada recomendable sacar el numero 24 ya que habría que esperar 24 semanas antes de recibir el dinero de todos los demás y todos, estábamos concientes que para esa fecha el dinero recibido tendría un valor menor. Aun con todo, los participantes siempre disfrutamos de nuestro sistema de ahorro y era bonito saber que en una fecha determinada uno tendría un capitalcito para comprar algo importante para la casa: gracias a este sistema de ahorro me compré en esos años un televisor y una maquina de coser. Por convención el papelito con el número 1 escrito, la
I still have my Tizona made specially for me at the factory
primera semana, iba al viejo Edmundo pues él cada viernes, día de pago, tenía que quedarse a recaudar el dinero de los demás para entregárselo a la persona que le correspondía. La gran mayoría de los trabajadores almorzábamos en una pensión en calle Mapocho cerquita de nuestra fábrica. La señora que nos daba la pensión cocinaba muy rico. Con el pasar del tiempo algunos comestibles esenciales comenzaban a escasear y la señora no tenía a donde comprarlos para poder cocinar. La culpa: La UP. Para algunos de nosotros los momios eran los culpables. Momios y dueños de almacenes escondían las cosas para hacer mercado negro y crear inmensas colas. Claro está en mi memoria la imagen que tengo del día doce de Septiembre de 1973, un día después del golpe de Estado, donde los almacenes de mi barrio se veían abarrotados de mercaderías. Hay otra imagen asociada con esta escasez de víveres y tiene que ver con mis amigos Roberto y su hermana Catalina Gallardo Moreno a quienes les comenté en una reunión de la Juventud Obrera Católica (JOC) que la señora que nos cocinaba no tenía víveres para hacerlo. Mis amigos, sadisticamente asesinados por la junta, hicieron de todo para conseguir una línea de acceso a algunos víveres para la señora. Era verdad que me demoraba bastante poco en ponerle cuerdas a las guitarras pero esto era cuando tenía a mi disposición los clavijeros japoneses. Por alguna razón, Don Leonardo empezó a tener dificultades para obtener en Chile los clavijeros nipones y como resultado se obtenían clavijeros nacionales de mala calidad. Chile era un país más o menos habituado por la burguesía a comprar de todo en el extranjero. Chile era incapaz de hacer unos simples clavijeros para nuestras guitarras nacionales.
Cantando para una buena Causa
Algunos de mis queridos amigos de Tizona en un casamiento
Arriba :Don Leonardo Rodriguez Dumont y el gran cantante de Espana Raphael. Yo trabaje en esta guitarra. .
Patricio Valenzuela was the floor manager and the maestro Peñailillo was busy inventing machines to improve production from about 10 guitars a day to 40 -50 a day. At times we could even make 60 guitars a day. This was the period when our guitars were in high demand: From August until the end of year and from 9am untill midnight. In fact, there was a lady who used to came to prepare food for all of us inside the factory. The expenses were paid by Tizona.
A la entrada de la fabrica c.1970
1971- En este periodo estuve en mas de una radio de Santiago, en aquellos programas donde se hacia promocion a las Tizonas. Un dia recibi la carta de abajo de una admiradora de mis canciones.
Abajo: Una carta de recomendacion de Tizona cuando me retire voluntariamente de la fabrica
Abajo ,2010. Una reunion in Chile con tres de mis companeros de Tizona. A la izquierda el que fue uno de mis mi jefes Luis Molina, Freddy Chamorro, yo, y Carlos Lopez quien hoy es un reconocido Luthier en Chile y el extranjero
Click below. It is about my accounts about the guitar factory. (It is the only one that exist about Tizona.) Recently, I was contacted from Chile by a university Student to allow him to use my story for his thesis on Tizona. I hope he will credit me!
.
|